En donde las pampas se encuentran con el Chaco, la enorme laguna Mar Chiquita (o Ansenuza en lengua aborigen) marca el límite sur de una extensa región de esteros y llanuras de inundación que son un paraíso para las aves, aunque un hábitat un tanto difícil para los seres humanos.
Si van al este desde Córdoba a Santa Fe, vale la pena desviarse hacia la orilla sur de la Laguna Mar Chiquita, el cuerpo de agua más grande de Argentina, y uno de los mayores del continente. Su superficie y volumen de agua varía y con ello, su tenor salino. Se estima que en el presente su superficie excede los 6.000 km2, con una profundidad de hasta 4 m. En la zona hay otras lagunas de menores dimensiones como la atractiva laguna del Plata, cercana a las localidades de La Para y Marull.
Desde la RP 17 a la altura de Balnearia se accede a la pequeña localidad de Miramar, un conocido centro turístico a mediados del siglo XX gracias a las propiedades curativas de las aguas salobres de la laguna, que atraían visitantes de todo el país. En la década de 1970, las inundaciones destruyeron parte del pueblo, el que desde entonces nunca volvió a recuperar su movimiento turístico. En el 2008 Mar Chiquita es declarada 1º Maravilla Natural de Córdoba.
Los visitantes de hoy llegan en cambio no sólo para ver una laguna del tamaño de un mar, cosa que de por sí ya impresiona, sino también para disfrutar del lugar. Se pueden avistar las numerosas especies de aves diferentes que se concentran en un alto número, no sólo en la laguna misma sino también en los bañados del río Dulce al norte de ella, ambos sectores protegidos en la Reserva Provincial Laguna Mar Chiquita y Bañados del Río Dulce. Entre las aves se destacan los flamencos y varias aves migratorias que se detienen aquí en su largo viaje entre Norteamérica y las pampas o la Patagonia.
Fuente de información Guía del Acampante - 11 edición y Municipalidad de MIramar
