Pinamar, cómo también los balnearios que continúan hacia el sur, se caracterizan por la gran influencia de la mano del hombre en la transformación del paisaje. La vegetación autóctona, ha sido reemplazada por bosques especialmente de pinos y eucaliptus, para poder así fijar los médanos de arena viva que eran un peligro para las construcciones. Pinamar, es un ejemplo.
Debe su nombre a la empresa Pinamar S.A. del arquitecto Jorge Bunge quien a partir de 1938 empezó a forestar los médanos.
Las pintorescas calles arboladas y de nombres de fábula de Pinamar se vuelven muy ruidosas en enero y febrero, pero es un verdadero placer caminarlas fuera de la temporada alta.
Hay lindas residencias y hoteles, en especial aquéllos que datan de las primeras décadas de vida de la ciudad. Existe también la oportunidad para practicar varios deportes, como el golf, o disfrutar de una rica oferta cultural en sus teatros y cines.
Retomando la RP11 hacia el sur, se encuentra un sector de médanos algunos fijos y otros “vivos”, es decir que varían de ubicación por efecto del viento y que pueden alcanzar hasta 30 m de altura.
Se puede pescar, practicar deportes náuticos, realizar cabalgatas, jugar al golf y recorrere los circuitos turisticos organizados por la Secretaría de Turismo.
Fuente de información y fotos de Secretaría de Turismo de Pinamar - Foto de la Rambla de madera de Darío Alpen publicada en wikipedia.org
Actualización: 22/01/2014
Distancia a Buenos Aires: 340 km